CREA TU PROPIA NOVELA GRÁFICA

A todo lector le ha surgido la necesidad, al menos una vez en la vida, de crear su propia obra, ya sea para compartirla con amigos, enviarla a una editorial o bien para guardarla y leerla a solas como una especie de amuleto de la creatividad. En esta sección te daremos algunas pistas para ayudarte a crear tu propia novela gráfica, pero antes necesitarás tener claras dos cosas:

  • La historia: ¿De qué tratará tu novela? ¿Dónde se desarrolla? ¿Quién/es es/son el/los protagonista/s?
  • Estilo: Si eres un buen dibujante, define el estilo del dibujo al que te ceñirás: manga, cómic, realista, caricatura… ¿Y si no sabes dibujar? Por suerte, actualmente existen muchos programas y aplicaciones que te permiten retocar imágenes. Puedes armar tu historia a través de fotografías editadas en Photoshop, por ejemplo.

Una vez tengas en mente estos dos importantes puntos, puedes empezar siguiendo estos pasos:

  1. Lluvia de ideas: como te hemos dicho, primero necesitas tener una historia que contar, un escenario en el que se desarrollen los hechos, personajes que lleven a cabo las acciones… y todo ello debe presentarse a través de la estructura clásica de la novela: presentación o exposición, nudo, desarrollo y desenlace. Si aún no lo tienes muy claro, te sugerimos que en un papel en blanco hagas una lluvia de ideas para cada punto y, una vez tengas una buena cantidad de propuestas, puedes ir relacionando unas con otras hasta dar con la fórmula que más te guste. Por ejemplo, mira esta secuencia:

A conoce a B – A se enamora de B / B tiene un secreto: es un vampiro – A descubre secreto de B / B se alimenta de la sangre de amiga de A / A mata a B.

Ahora mira cómo se puede cambiar la historia:

A conoce a B – B se enamora de A / B tiene un secreto: es un vampiro – B no consigue el amor de A / B convierte a A en vampiro / B y A viven felices por siempre.

Puedes ir probando hasta que des con tu historia ideal.

  1. El guion gráfico o storyboard: selecciona un capítulo de tu novela y sepáralo por escenas. En un papel en blanco dibuja una serie de viñetas y, en cada una de ellas, haz un bosquejo de cómo representarás la escena: el escenario, personajes… puedes dejar un recuadro en cada viñeta en el que podrás ir contando brevemente qué ocurre en cada una de ellas. Deberás realizar un guion gráfico para cada capítulo de la novela; de esta manera podrás determinar si es necesario agregar o quitar información, además de definir de qué manera deberás presentar los dibujos para que tu historia quede fielmente plasmada.
  2. El prototipo: una vez que tengas bien definidas las viñetas con su respectivo texto, puedes empezar a dibujar el prototipo, es decir, el paso previo a la novela final. Como ya has elegido el estilo de dibujo que utilizarás, guíate por el storyboard para ir creando cada elemento. Puedes ir variando el tamaño de las viñetas, no es necesario que sean todas iguales; recuerda que, muchas veces, las imágenes pueden hablar por sí solas, por lo tanto no requieren de texto que saturen el mensaje.
  3. El toque final: Ya tienes los dibujos y la historia, entonces ¿qué falta? Repasa el texto y los dibujos con un bolígrafo de tinta y coloréalos para que tengan más vida. Si eliges una escala de grises, procura variar las tonalidades para que nada se pierda en la imagen.
  4. La cubierta: crea una cubierta para tu novela gráfica. En este punto puedes valerte de toda tu creatividad: puedes utilizar un trozo de cartón piedra forrado en tela, utilizar papel cuché, cartulina… lo que prefieras. El dibujo de portada debe representar el contenido sin desvelar la historia completa. Puedes utilizar la imagen del protagonista o del escenario principal, todo depende de qué quieras transmitir y cómo quieras captar la atención de tus lectores. Recuerda poner el título de tu novela gráfica con letras grandes y tu nombre de autor con letras más pequeñas.
  5. La contraportada: ¿De qué trata la historia? Haz un breve resumen de tu novela sin revelar el final ni la trama completa. La idea es que el lector sienta curiosidad y se decida por leer el contenido.
  6. El libro final: ahora solo nos queda convertir ese montón de papeles en un libro. Puedes unir las hojas a la cubierta ya sea grapándolas, cosiéndolas (sí, con hilo y aguja) o pegándolas con cola, pero ten cuidado con esta última opción, que puede terminar en desastre si pones más cola de la que debes y no le das el tiempo de secado adecuado.

 

Esperamos que estas pistas te ayuden a crear tu propia novela gráfica. Te recomendamos leer muchas antes de ponerte con la tuya, así ya tendrás más presente los diferentes estilos de novela y te será más fácil decantarte por una u otra.

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