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Gracias al «renacer» del feminismo, miles de mujeres luchan a diario en el mundo por dar visibilidad y castigo a quienes osan denigrar o violentar de alguna manera a quienes —supuestamente— nacieron de la costilla de Adán, pero ya hemos podido ver que el problema de la violencia de género no se soluciona solo a través de protestas, sino que hay que sensibilizar a la sociedad para tomar consciencia y así evitar más tragedias; por ello, como buen género literario, la novela gráfica pretende aportar su granito de arena a través de historias que nos hagan reflexionar en relación al tema y así educar para prevenir.

Con locura, amor y malos tratosCon locura, amor y malos tratos

En 2011, Panini Cómics publicó …Con locura, amor y malos tratos, una novela gráfica de Richard Sylvain y James que narra la historia de una pareja aparentemente feliz que poco a poco se hunde en el maltrato. A través de esta historia podremos ver cómo surge el problema, la falta de comunicación que convierte a la pareja en dos desconocidos y cuál es la posición de ambos implicados, ya que el punto fuerte de este relato es precisamente ese, que presenta la versión del violentista y la del violentado. En sus viñetas se recogen las preguntas que todos nos hemos hecho alguna vez, como ¿qué lleva a una persona a ejercer violencia contra aquella que se supone es lo que más quiere? o ¿por qué la víctima perdona y excusa al agresor? La protagonista irá conversando con distintos personajes que le irán aportando diferentes puntos de vista de lo que está viviendo, lo que influirá luego en mayor o menor medida en sus posteriores decisiones.

Quiéreme bien, de Rosalind B. Penfold Quiéreme bien:

Otra novela gráfica que aporta muchísimo al tema es Quiéreme bien, de Rosalind B. Penfold (Astiberri, 2018), publicista canadiense que sufrió violencia de género por toda una década y que, tras ello, decidió plasmar su experiencia para así ayudar a las mujeres a abrir los ojos ante un caso de abuso y, a los hombres, a identificar las actitudes de un abusador, a entender cómo es un abusador.

En realidad, Penfold es el pseudónimo de una mujer que se embarcó en una relación tóxica con un viudo y que, un día, se dio cuenta de que su vida no era normal. Tiempo después de ponerle fin a la relación, Rosalind encontró la caja en la que guardaba todos los dibujos en los que, durante una década y sin darse cuenta, retrató cada infierno que vivió durante la relación, dejando un relevante y educativo testimonio que da origen a una de las novelas gráficas más relevantes de todos los tiempos.

Existen muchísimas otras historias que tratan el tema desde diversas experiencias y perspectivas, así como novelas gráficas que tratan temas igualmente necesarios para educar y construir una mejor sociedad; lo importante es ser consciente, abrir los ojos y estar dispuesto a aportar para mejorar como seres humanos y sociedad.

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