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Si piensas es un libro para regalar, ‘La vida ilustrada’ es una de las mejores opciones que tenemos en la actualidad. Y si lo pensamos mejor, es una obra que no pierde vigencia por que habla de lo más importante que tenemos los humanos… el paso de nuestra vida.
¿Por qué leer La vida ilustrada?
La autora noriega logra con esta obra que cada lector, sin importar la edad, se identifique con la trama, reviva algún momento o se imagine los que vendrán. A través de las viñetas se realiza un recorrido en cada etapa de la vida de las personas.
Desde la inocencia de la niñez con un mundo que se abre ante los ojos soñadores, pasando por la adolescencia con su característico descubrimiento de uno mismo. Una juventud en la que todo se puede resumir en primeras veces, la etapa de la tan valorada madurez y por último, la vejez en la que se la nostalgia y la experiencia se confunden. No hay un momento del desarrollo personal fuera de esta novela gráfica independiente.
El humor es una constante que mantiene atento los sentidos en cada hoja. Los sentidos se ponen ponen en acción y las emociones se vuelven una revolución interna que muchos querrán vivir una y otra vez. Un libro para todo público, y más aún, para el mismo público en diferentes momentos de su vida.
El diseño
Los gráficos se caracterizan por la predominancia de colores vivos y una relación directa con cada etapa. Así, el blanco será cada primera vez de la juventud y el amarillo un predominante de la obra. Quizá, podríamos relacionarlo con la luz de la vida misma.
Los dibujos están organizados y trazados cuidando el mínimo detalle. Una combinación exacta que nos traslada con cada viñeta a un momento único, especial, inolvidable. Una gracia incomparable para valorar la circunstancia, el aprendizaje de las vivencias y para compartir con un ser querido.
Es hora de mirarse al espejo y descubrir si vemos a cada una de las personas que fuimos en los diferentes momentos de la vida.
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